Tango nuevo, tango viejo.
Por El Lotro del tango.
El fuego y el tango comulgan en la potestad de convocar y de reunir.
Y una vez más, este género musical que la UNESCO declarara Patrimonio Cultural de la Humanidad en 2010, une al Cuarteto Latinoamericano y a César Olguín para ofrecernos un programa que se divide en dos partes.
La primera parte es un compendio de sus dos primeros trabajos discográficos que registraron hace algunos años (“Five for tango” y “Jalousie” – Quindecim Recording). Y la segunda, con tangos conocidos y/o tradicionales que son del gusto popular y que integran su tercer disco titulado: “Los tangos de siempre”, y que hoy presentan bajo la producción de Quindecim Recording.
Si bien lo cronológico del título de este programa no es un desacierto, vale la pena mencionar el decir tanguero de que no hay tangos “viejos” y/o “nuevos”, hay tangos “buenos” y tangos “malos”. Qué determina esta clasificación? eso es, y siempre será tema de controversia, motivo de discusión. De lo que no hay duda es del aval de calidad de cada uno de los compositores que conforman el reportorio.
El nombre de Astor Piazzolla se destaca en la primera mitad, y un par de milongas y tangos clásicos lo hacen en la segunda, llevándonos a rememorar una diversidad de épocas sin que el enfoque camerístico del Cuarteto Latinoamericano y César Olguín lo despojen de su espíritu y raíces.
De mano de su inherente fuego interior, el tango seguirá cautivando a “viejas” y a “nuevas” generaciones, continuará seduciendo a propios y extraños. Y como desde el inicio, al igual que el fuego, su llama continuará relumbrando en el universo musical.