lunes, 7 de febrero de 2011

PAT METHENY. EL JUEGO Y EL RIESGO

por Alonso Arreola

Al frente de su quinteto, el guitarrista Pat Metheny (Kansas, 1954) comparte créditos de composición y liderazgo con su más antiguo socio creativo, el pianista Lyle Mays. En tal contexto explora las posibilidades de percusiones, voces y alientos sumados a una base rítmica elemental. Con su trío, en cambio, centra su trabajo en el riesgo de la improvisación y la interacción escénica. O sea que, si con el primero la relojería es minuciosa en términos de dinámica, arreglos y obligaciones interpretativas, con el segundo se libera de ataduras para jugar ocupando muchos más registros y funciones. Así lo comprobarán quienes asistan al Teatro de la Ciudad el sábado 26 de marzo, cuando el Pat Metheny Trio presente una función doble (17 y 20.30 PM) en el marco del fmx -  Festival de México.

Digamos que este guitarrista es, simplemente, uno de los músicos más prominentes del siglo XX. Uno de los pocos que ha encontrado la clave para hacer obras de calidad pero con gran éxito comercial. Multifacético y prolífico, sería absurdo enlistar sus premios y grabaciones. Lo ha ganado todo y lo ha hecho todo. Queden como recordatorio de su relevancia unos pocos datos: cuando grabó su álbum debut, Bright Size Life (1975), se produjo un cisma en la historia de la guitarra de jazz. Finalmente alguien la reinventaba. Grabado con Jaco Pastorius, el disco contiene piezas señeras como la que le da nombre y que siempre interpreta con su trío. 

Además, lleva 7 premios Grammy seguidos al mejor Disco de Jazz y, paralelamente a su interés por este género, ha colaborado con el serialista Steve Reich, con el creador del free Ornette Coleman, con el brasileño Milton Nascimento y con el camaleón David Bowie, por no mencionar a todos y cada uno de los jazzistas con quienes ha compartido tiempo de vida.
Ahora bien, a Pat Metheny se le conoce como un líder que prefiere la estabilidad y maduración de sus conjuntos, en lugar de una múltiple y permanente combinación de integrantes. Es así que el último trío con el que se entregó a girar tenía al mexicano Antonio Sánchez en la batería y al inigualable Christian McBride en el contrabajo. Como era de esperarse, este último dijo adiós en pos de sus propios proyectos, pues desde sus veintes ha grabado y ofrecido conciertos de manera consistente y celebrada. Ello no debe preocuparnos. Cualquier músico que esté al lado de Metheny es digno de admiración. Tal es el caso de Ben Williams.
Educador y compositor además de bajista (eléctrico y acústico), Ben nació en Washington, DC, aunque reside en Nueva York, ciudad en donde se graduó de la escuela Julliard bajo la tutela de Ben Wolfe y Carl Allen. Identificado rápidamente como un prodigio, comenzó a tocar a los 11 años y, a los 12, tomó clases con Herbie Hancock, Ron Carter y Wayne Shorter. Por si fuera poco, en su adolescencia ganó distintos concursos, ¡pero como pianista! Entre ellos la beca que otorga la Sociedad de Jazz Duke Ellington. Recientemente obtuvo el primer lugar en la competencia internacional de jazz Thelonious Monk, lo que le bastó para firmar con Concorde Records su debut discográfico, State of Art. Desde entonces ha grabado y girado con artistas como Wynton Marsalis, Terence Blanchard, Nicholas Payton, Roy Hargrove y Steve Wilson, entre muchos más, lo que ha sido una inmejorable preparación para llegar al grupo del guitarrista más famoso del planeta.

Del baterista Antonio Sánchez (Ciudad de México, 1971) hay mucho que decir. Ha tocado en los más distinguidos festivales y foros del país —como el Cervantino y el Teatro Metropólitan— acompañando al propio Metheny, a John Patitucci, a Paquito D’Rivera y con su trío al lado de Scott Colley y Chris Potter. Otrora estudiante del conservatorio de Bellas Artes de México, su escalada educativa y profesional dio un brinco a partir de que llegó al Berklee College of Music de Boston, de donde se graduó con honores para moverse al Conservatorio de Nueva Inglaterra, lugar que lo revelaría como el baterista del momento gracias al impulso de Danilo Pérez y de la Orquesta de las Naciones, originalmente fundada por Dizzy Gillespie.


Hoy cuenta con uno de los más aplaudidos andares en la escena del jazz, mismo que hizo clímax en su disco Migration, para el cual invitó a Chick Corea, David Sanchez y Metheny, entre otros. Sea con ellos o con Joshua Redman, Kenny Werner, Avishai Cohen, Dee Dee Bridgewater, Dianne Reeves, Miguel Zenon o Billy Childs, por nombrar algunos, Antonio se ha presentado en 30 países en donde muchas veces ha dado clínicas dejando una huella imborrable como maestro. Asimismo, ha ganado tres premios Grammy con el Pat Metheny Group, innumerables reconocimientos e invitaciones al Modern Drummer Festival Weekend, Zildjian Day y el Montreal Drum Festival, y portadas en revistas como Modern Drummer, Percussioni, Drums and Percussion y Musico Pro. Además, es miembro de la facultad de la Universidad de Nueva York desde el 2006.

Así las cosas, la suma de los tres en un escenario convoca poderosamente a las musas. Sonando juntos, resulta imposible que no se produzca música con la mayor calidad, interpretación y afán de juego. El maestro y sus pupilos, uno con ese sonido brillante, con esas frases tan únicas y deslumbrantes, los otros con la negritud y la latinidad a flor de piel, comprendiendo el lenguaje pero refrescándolo virtuosamente. ¿Concierto para conocedores y músicos principalmente? No. Es de los que satisfacen a cualquiera que guste de la sorpresa y crea en la belleza. Es de los que hacen falta en un momento como éste, en un lugar como éste, cuando y donde la imaginación se está viendo debilitada por quienes no pueden, no saben conmoverse.

PROGRAMACIÓN DE AURAL. 27 FMX

AURAL, EL NUEVO ESPACIO PARA LA MÚSICA EXPERIMENTAL

ERARITJARITJAKA (MUSEO DE LAS FRASES)

por Miguel Ángel Quemain

Eraritjaritjaka, Musée des phrases, titula Heiner Goebbles este carnaval de géneros para la escena que concibió en su totalidad musical, plástica, visual y teatral. Eraritjaritjaka es una expresión utilizada por los aborígenes australianos para describir un deseo obsesivo por alguna cosa que se ha perdido, un estado de melancolía o de añoranza. Pero a la letra, Canetti (Roustock, 1905, Zurich, 1994) en El suplicio de las moscas, ese conjunto de aforismos lúcidos y sorprendentes, escribe: “una expresión poética arcaica en lengua aranda, significa rebosante de deseo por algo que se ha perdido”.

Nada es más preciso que ese subtítulo con el que Heiner Goebbels ha sobresignificado esta pieza postrera, pues ese "rebosamiento del deseo por lo perdido" está precisamente expresado por la figura retórica de “El devoto”, que forma parte de ese "museo de frases" que es el transcurrir aforístico de Canetti.

Dice: “Dios está surgiendo, no ha creado el mundo, sino que es su heredero. En el transcurso de la historia, Dios se "forma" a partir de algunos de sus elementos y tradiciones. Nadie puede preveer cuál será su esencia y su forma, aún es demasiado pronto, todavía no se sabe "cómo" será Dios. Pero llegará el día en que termine de formarse, y nuestra obligación es vivir venerando y esperando ese instante”. Se trata de una forma activa de la espera donde la idea misma es vigorosa y no “la emoción con que la expresas”. Algo se ha perdido, efectivamente, pero no se le persigue desde la forma hueca y sicótica de la melancolía que construye sus inmolaciones de autorreproches, no es ese “condenado en el infierno que pide clemencia para todo el que llega”.

Esta convergencia es posible porque Goebbels es un heredero de la más rica tradición literaria, cinematográfica y teatral del siglo XIX de la Mittleuropa, de un espíritu en la más rica tradición alemana que ya recorrió Europa derrumbando prejuicios y lugares comunes para abrazarse a la certeza histórica y artística de que su trabajo será leído muchos años después como el inicio de una confluencia de lenguajes en las artes escénicas que sólo tenían lugar en expresiones atomizadas que se han mantenido confiscadas en sus espacios.

Por eso tal vez él mismo se convierte en un relector de Elías Canetti, de Auto de fe y de Masa y poder que inspiran este montaje que para el público mexicano será una forma de mirar nuestro pasado y asistir a la invitación para vislumbrar un futuro donde la palabra única ha quedado abolida en nombre de una palabra plena, plural.

Cuando digo "mirar nuestro pasado" es porque la obra de Heiner Goebbels no es ajena en un medio artístico donde se han trazado lazos fecundos con la tradición mittleuropea, con el teatro alemán y con la literatura germánica que va de Lichtenberg a Kafka, pasa por Grass y llega hasta Jelinek, Bernhardt y Heiner Müller.

Goebbels no sólo nos presenta, a los largo de 85 minutos, un espectáculo de convergencia genérica, temática, filosófica, conceptual y profundamente ética y política sino un acto de comunicación que pone en evidencia, sin pudor y sin prejuicios la multiplicidad étnica y multicultural de una Europa que se ha ocultado detrás de un eurocentrismo que durante muchos siglos se ha defendido de la diferencia, de la otredad y de las consecuencias de su propia voracidad colonial.

Como Penderecki en su momento con Hiroshima y más atrás si se mira a la tradición clásica (Píndaro, Simónides) Goebbels traza su propia trenodia, ese lamento fúnebre de orden arcaico, profundamente lírico, que en la tradición latina, también nutre el espíritu germano. Es un instrumento técnico y emotivo fundamental para lamentarnos por el ausente (¿la ausencia misma?) como un punto de partida de la reflexión sobre el destino y el sentido final de la existencia desde el punto de vista de la moral.

El objeto perdido que propone Goebbels a través del mundo de Canetti y del repertorio musical que ha elegido y que interpreta el Cuarteto Mondriaan es justo el orden de lo humano. Hemos perdido muchas cosas que parecen simples; la capacidad de sorpresa, la posibilidad de colocarse comprensivamente en el lugar del próximo, la solidaridad, el compromiso político que acaba por sofocar entre sus piedras el imperio que en algún momento pretendió defender.

El modelo inspirador de Canetti coloca a Heiner Goebbels en la búsqueda plurilinguística y pluricultural que son resultado del propio origen y de las migraciones voluntarias y forzosas, migraciones por supuesto de la lengua (del ladino al búlgaro, el inglés y el eterno retorno al alemán). Es en esa promenade donde se desarrolla la capacidad del hombre de fragmentar sus experiencias emocionales, reconstruirlas, superarlas, ficcionarlas, cantarlas. Es la tradición revivida de Bertold Brecht que primero pasa por Canetti, luego por Müller, hasta llegar a Goebbels,

Esa modernidad crítica, clásica, de Brecht es la que toma de Shostakovich y Ravel, inevitablemente escénicos que sin abandonar la propuesta de paisajes sonoros de enorme complejidad y belleza, será imposible disfrutar con los ojos cerrados porque se han tejido ahora con el material de lo escénico.

André Wilms es un fascinante compañero de ruta. No es extraño que Heiner haya elegido un artista capaz de recibir y de dar, cualidad de ese ejercicio modesto y fundamental que es el de la actuación. Es un actor al que le pasan varias cosas: recordar y recibir “como antena de la tribu” las claves del futuro. Es un guía que conduce amorosamente, con extraordinaria lealtad, al propio dramaturgo a través de sus infiernos escénicos, sus purgatorios y sus paraísos.

El papel de André Wilms es el de una permanente confrontación con la confluencia de objetos artísticos que atraviesan el flujo de lo emotivo para producir una verdad escénica. Salvo El arte de la fuga de Juan Sebastian Bach, la música elegida es del siglo XX, cuartetos de cuerdas que van de Ravel y Shostakovich hasta Gavin Bryarse y George Crumb, interpretados por los músicos virtuosos que configuran el Cuarteto Mondriaan. En ese tenor, lo que veremos en México es un trabajo que representa un altísimo punto de llegada a mediados de la década pasada.

El camino que Heiner Goebbels ha recorrido será inspirador para aquellos artistas que indagan en las relaciones entre música y teatro. En su caso lo musical ha corrido en paralelo a los montajes de los ochenta y principios de los noventa. Desde 1993 con Ou bien le débarquement désastreux, The Repetition (1995), Black on White (1996), Max Black (1998), Eislermaterial (1998), Hashirigaki (2000), Meme soir (2000), y Landscape with Distant Relatives (2002), compone la música para cada puesta en escena.

Quienes seguimos en México con admiración la obra de Heiner Müller, la aparición de Goebbels resulta como una consecuencia natural de la lección del dramaturgo pero con una riqueza nueva en el panorama alemán: la incorporación del cine, del mundo audiovisual y musical, donde uno podría referirlos como conciertos teatrales.

Heiner Goebbels (1952) es un compositor y director que recoge una tradición y un contexto sociopolítico cultural muy complejo, dado que hereda una tradición artística de larga data y por otra parte recibe los cambios que definirán el rostro de la segunda mitad del siglo XX. Goebbels vive en Frankfurt/Main, una ciudad de la nueva era alemana junto con Münich , Bonn y el nuevo Berlín, con poco más de una década de cambios drásticos en el orden urbano con gran prisa por dejar atrás el siglo XX y adherirse a las grandes ideas civilizatorias del siglo XXI con la tecnología por delante.

Goebbels no comparte esa angustia por la evolución y la idea de progreso, lo suyo es la meditación creadora sobre los lenguajes artísticos que le permitirán la convergencia que se comenta líneas arriba. Convivencia nueva de viejos lenguajes que en su proximidad anuncian nuevos fraseos, estructuras espaciales y temporales inéditas, que están testimoniadas en el transcurrir del sonido y la imagen (años atrás hubiéramos dicho: “de la cinta sonora y la película”)
Encarna una tradición literaria germánica que termina en Kafka. No es extraño que Goebbels encare una aventura creativa de gran aliento (la trilogía es una verdadera avalancha musical, dramatúrgica y teatral) si la sujeción que elije para desplegar sus saberes, dudas e hipótesis es un enorme contenedor de la vida que llamamos "bildungroman".

La intervención de un cuarteto como el Mondriaan también modifica las ejecuciones convencionales de un conjunto de solistas de tan elevada calidad para comprometerse con las temporadas teatrales donde interpretan en vivo y trabajan de modo permanente con el director.


No se puede dejar de mencionar un equipo de trabajo lúcido, creativo y totalmente compenetrado con las ideas de Goebbels. Klaus Grünberg, en la escenografía y la iluminación se ha dado a la construcción de juguetes teatrales edificados con luces, texturas y una utilización del espacio que puede llevar sin dificultad a las lágrimas.
Un caso semejante es el de la extraordinaria diseñadora de vestuario, Florence von Gerkan, quien ha participado desde 2003 en las obras fundamentales de este director: Hashirigaki, Landscape with Distant Relatives, Eraritjaritjaka and I went to the house but did not enter con el Hilliard Ensemble. El camino de esta diseñadora parecía trazado para el encuentro con Heiner Goebbels pues su experiencia en el montaje cinematográfico (David Schmid), teatral (Erich Wonder) y operístico (Jürgen Flimm) hicieron posible esta comprensión heterodoxa de un teatro que forma parte de un mundo transfronterizo tanto en los temas como en despliegue de géneros y recursos escénicos que se emplean con total dominio de las nuevas tecnologías pero sin dejar que el progreso técnico marque el rumbo de lo artístico.

TEATRO JULIO CASTILLO | MIÉRCOLES 16 Y JUEVES 17 DE MARZO, 20:30 HRS.

JUNIP. LA LEY DE LA EQUIVALENCIA

por Alonso Arreola
Formado en Suecia hace 12 años, Junip es José González en voz y guitarras, Elias Araya en batería y Tobias Winterkorn en órgano y sintetizadores. José nació en Gotemburgo pero posee ascendencia argentina. Como es imaginable, desde el exilio escuchaba trova y folclore latinoamericano, canciones de protesta con espíritu libertario. Así, cuando grabó su primer disco en solitario (Veneer) ya había escuchado lo fundamental del repertorio, la música de su propia generación (tuvo otras bandas de rock), más autores clave de clásico y flamenco. Cursaba entonces estudios en bioquímica. Pocos, empezando por él, se imaginaban el éxito que vendría a partir del 2004. Premios, conciertos llenos, ventas de oro y platino, todo se cimentó con la salida de un segundo trabajo, In Our Nature, por lo que augurábamos una prolífica carrera en solitario. Sin embargo, González regresó con sus amigos de adolescencia para cerrar el círculo y, tras casi una década, presentar Fields, un álbum extraordinario que sonará en una larguísima gira mundial que tocará nuestro país en el fmx - Festival de México.

Normalmente, cuando en la cabeza de alguien se suman influencias provenientes de culturas y tiempos distantes, los resultados suelen ser abigarrados, barrocos. Más interesantes son, empero, aquellos proyectos en los que cada adición provoca la eliminación de algo a cambio, un equilibrio, una refinada dialéctica en donde va prefigurándose algo literalmente esencial. Por ello es que escuchar a Junip es tan disfrutable. Porque no hay desperdicio. De igual forma, la manera como presentan sus canciones, la producción sónica, pasa por esa misma tesis. Hay una certera elección de micrófonos, amplificación y efectos, desde luego, pero mesurada y constante. Es así que cada pieza cumple su promesa, tal como el viaje de una flecha que vibra pero no se desvía del blanco.

Ahora bien, el grupo no es un disfraz de José González. Es él pero con arreglos democráticos y un temperamento distinto, diverso. Allí están la fragilidad de su voz, la inteligencia de sus letras, los acordes cíclicos de su guitarra, elementos a los se añaden rasgos psicodélicos y menos hipnóticos que, sin caer en la vaguedad del falso ritual llevado al pop-rock, consiguen un espléndido sonido rústico, orgánico, comparable con momentos de bandas como The Flaming Lips o Radiohead. Eso sí, lo de Junip es más oscuro y ligero. Además, sigue habiendo un sello folk pero  con melodías vocales mucho más elaboradas y complejas que, por su reverberación y armonización recuerdan fugazmente a los Beatles y Elliott Smith.

Cabe destacar aparte, la visión de Tobias Winterkorn y Elias Araya. No se trata de meros soportes para el famoso cantante. El primero sabe dar paisajes, argamasa para la unión del trío, pero además consigue momentos de improvisación melódica exquisitos. A él se debe, en gran medida, que Junip se mantenga en la frontera que divide la melancolía de la felicidad. Sus dedos hablan de esperanza pero a través de una reflexión sin visceralidad. El segundo, Araya, es un intérprete diáfano y sencillo al que jamás veremos caer en la tentación del relámpago o el terremoto. Sus tambores suenan viejos, magníficos. A él se debe, por si fuera poco, mucha de la imaginería visual del conjunto. Otrora estudiante de artes en Finlandia y Noruega, ha sido el responsable del diseño gráfico en distintos trabajos de González.

Ahora bien, hablando sobre el disco que vienen a presentar en su debut mexicano, Fields, podemos decir que en él se logran todas y cada una de las premisas mencionadas. Cocinado a fuego lento tras dos EP’s anteriores (Black Refuge, Rope & Summit), es coherente en su alquimia de equivalencias, pues los recursos están pensados para no superponerse. “In Every Direction”, el track inaugural, es probablemente el más “rockero”. “Tide”, el que cierra la obra, es hermoso por abierto y lento. Entre ellos destacan “Always”, “Without You” y “Sweet and Bitter”, canciones cuya lírica apuesta por el despertar interior, por el uso de la espiritualidad empolvada, por los instantes de rima que triunfan concisos, profundos y rigurosos en su métrica.

Creemos entonces que a los muchos y dispersos seguidores de José González en nuestro país se sumarán otros, y en grandes cantidades. Verlo al lado de Junip, con el alma vulnerable, hará que su manto sonoro nos cobije y dé abrigo sin retos o provocaciones grandilocuentes. Nos hará mejores.

ISRAEL GALVÁN, LA HONDURA DE UN FLAMENCO CONTEMPORÁNEO

por Hayde Lachino

Sólo quién conoce a profundidad la tradición puede conectar la historia pasada con los tiempos presentes, eso es justamente lo que ha hecho este gran bailador de flamenco, hacer de éste, un arte que se enlaza con el mundo contemporáneo. En su estilo de bailar vislumbramos una corporalidad en donde el pasado se encuentra como base de toda su investigación y propuesta en comunión con una nueva visión del cuerpo y del movimiento.



El arte de Israel Galván se descoloca de todo lugar conocido, no se engaña con las falsas modas que pretenden hacer fusiones estilísticas sin ningún fundamento sólido; pero también se aleja de una tradición que se inmoviliza en el tiempo, de la inercia del uso irreflexivo de cánones estéticos.


Galván, cuenta con una lista impresionante de premios, entre los que destaca el Premio Nacional de Danza en la modalidad de Creación que concede el Ministerio de Cultura de España. La crítica especializada de su país le ha otorgado en múltiples ocasiones el Premio Flamenco como mejor bailador y ha recibido otros tantos importantes reconocimientos por sus puestas en escena.



Israel proviene de una dinastía familiar de bailadores y es heredero del conocimiento y tradiciones compartidas con maestros como Mario Maya y Manuel Soler. Sus audaces propuestas lo han llevado a colaborar con artistas como Pina Bausch y Carlos Saura.

Israel propone nuevas gestualidades, nuevos movimientos que sorprenden por su audacia y atrevimiento, lo que importa es que el cuerpo que baila signifique, que la danza flamenca se convierta en signo para la sensibilidad contemporánea.



En su manera de bailar, encontramos líneas que se rompen, contrapuntos corporales, tensiones dramáticas que se resuelven en explosión súbita de movimiento. Al lenguaje codificado del flamenco, Galván agrega movimientos y signos que provienen de otras formas dancísticas como la danza contemporánea, añade gestos cotidianos tomados de su andar por el mundo; todo para construir una visión única, personal y sin duda irrepetible en donde la estructura tradicional del baile se rompe para que hacer visibles otras posibilidades.
Entre más nutre su arte de otras formas de danza y se inspira en otras prácticas artísticas, más profundo llega a la esencia del flamenco y lo que nos muestra es flamencura hasta el tuétano.



Las secuencias de movimiento construidas por Galván se caracterizan por arribar a momentos de quietud para después ir a un gesto, a un instante de sorpresa total y con ello lograr que el espectador se encuentre siempre en total tensión. Su baile transita entre la cadencia y suavidad a la fuerza y el brío.

Con toda seriedad se puede afirmar que con Israel Galván el flamenco se divide en un antes y un después. Su imperiosa necesidad de indagar a profundidad en las posibilidades latentes del flamenco lo han llevado a bailar descalzo, algo totalmente irreverente, pero que lo conduce a construir un territorio fecundo de nuevas posibilidades para ésta práctica dancística. Los aportes estéticos de este artista enriquecen la danza toda.



En La Edad de Oro, se hacen patentes todas las inquietudes personales y estéticas de Israel Galván y lo revelan como un profundo conocedor de los códigos escénicos y de la representación. Aquí la danza y la música se encuentran para dar paso a un espectáculo deslumbrante en donde converge la historia del flamenco pero también de la danza en general y del arte. En su cuerpo vibra lo arcaico y lo contemporáneo.



Cuando vemos bailar a Israel, contemplamos un proyecto de humanidad, contemplamos la libertad. Ante este gran bailador, el corazón se expande y no resta más que quedar subyugados ante la prodigiosa humanidad de Galván con quien el flamenco marca su entrada al siglo XXI.

jueves, 27 de enero de 2011

¡EXTENDEMOS PREVENTA HASTA EL 7 DE FEBRERO!

20% de Descuento en boletos para asistir a los eventos de música, danza y teatro que hasta el momento hemos confirmado.



PAT METHENY TIRO (Estados Unidos)
2 Funciones el 26 de Marzo @Teatro de la Ciudad
Compra Boletos en TicketMaster



JUNIP (Suecia) 
12 de Marzo @Lunario
Compra Boletos en TicketMaster

 
















ISRAEL GALVÁN (España)
18 y 19 de Marzo @Teatro de la Ciudad















THE RESIDENTS (Estados Unidos)
 15 de Marzo @Lunario















ERARITKARITJAKA (Alemania-Suiza)
16 y 17 de Marzo @Teatro Julio Castillo



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Venta de boletos al teléfono: 5130-6988
Taquilla en la librería del FCE Rosario Castellanos
Ubicación: Tamaulipas  #202, Col. Condesa.




martes, 18 de enero de 2011

¡ 20 % en PREVENTA DE BOLETOS !

y otros beneficios en la compra de boletos para espectáculos anunciados hasta el momento.




haz click sobre la imagen para más información.

3 Ganadores de ANIMASIVO van a su residencia en Francia.

Una vez finalizada la convocatoria Construcción de Animasivo, los ganadores seleccionados viajan este mes a Francia para hacer su residencia. 
Felicitamos a los Ganadores:
 'Caja Musical' de Pedro Castro.
' Who killed imagination?' de Jonathan Ostos.
'Página 11' de Oscar Cueto.
 
fotografía de: Lourdes Grobet
 
Como parte de las celebraciones del Festival de la Ciudad de México, durante el mes de Marzo, Animasivo presentará una muestra de los proyectos de cada uno de los ganadores en el Chopo.
 
 

viernes, 6 de agosto de 2010

Gerardo Estrada es el nuevo director general de fmx - Festival de México

ESTRENA DIRECTOR fmx – FESTIVAL DE MÉXICO

Llega al cargo Gerardo Estrada, quien busca enriquecer con su experiencia en el sector público, un proyecto social de cultura.


Por decisión de su Consejo Directivo, a través de su Presidente el Ingeniero Sergio Autrey Maza,    fmx – Festival de México anuncia que Gerardo Estrada es el nuevo director del Festival, en sustitución de José Wolffer, quien estuvo al frente de las últimas tres ediciones.

Gerardo Estrada, quien llega a dirigir la edición 27 del Festival, es sociólogo egresado y Profesor de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México, con el grado de Doctorado por la Ecole d’Hautes Etudes Sciencies Sociales de la Universidad de París.

Además pertenece a diversas asociaciones de su especialidad y tiene numerosos artículos publicados. Es autor del libro 1968: Estado y Universidad. Orígenes de la transición política en México. También ha realizado múltiples colaboraciones en libros de arte.

Cuenta con una amplia trayectoria académica y profesional. Destaca su trabajo como Director de Radio Educación, Director de la Casa de México en París, Director General del Instituto Mexicano de la Radio, Director General del Instituto Nacional de Bellas Artes, Director General de Asuntos Culturales de la Secretaría de Relaciones Exteriores y Coordinador de Difusión Cultural de la Universidad Nacional Autónoma de México.

Frente a la dirección de fmx – Festival de México, el destacado promotor cultural dará continuidad a los programas y proyectos permanentes, además de potenciar la excelencia artística que ha distinguido esta celebración. También se buscarán nuevos esquemas de participación social y de la iniciativa privada  que contribuyan a fortalecer los lazos interinstitucionales que año con año hacen posible la realización de esta importante plataforma artística y cultural.

Nos cambiamos de oficina

jueves, 1 de abril de 2010

GRACIAS




18 días de grandes experiencias, asombros y momentos que nos transformaron llegaron a su fin. El fmx-Festival de México es y seguirá siendo la celebración cultural más importante de la ciudad de México y una de las plataformas más audaces e inventivas para las artes en América Latina gracias a su gente y al publico que año tras año espera encontrar en el Festival espectáculos que se distingan por su excelencia, diversidad, innovación y equilibrio entre tradición y vanguardia.


Muchas gracias a todos los que hicieron posible esta gran aventura, sin lugar a dudas el Festival transforma. ¡Hasta el próximo año!.

martes, 30 de marzo de 2010

LA CLAUSURA DEL FESTIVAL ESTUVO SÚPER CHÉVERE



Y cuando escuchamos "Se clausura oficialmente este festival" y "nos vemos en el 2011" aplaudimos y lloramos, es que las clausuras siempre son tristes.


Nortec se llevó la noche, Bomba Estéreo les abrió paso, todos los amamos, la sorpresa de la Maldita acompañándolos en el fuego nos llenó de emoción y yo sonreí de oreja a oreja. Quedé encantado, los nosecuantosmil espectadores de la clausura brincoteban y bailaban. Desde el metro Revolución la peregrinación mostraba a todos llenos de expectativas, y es que si Radical Mestizo está a cargo de cerrar todos los festivales es porque siempre es una gran pachanga, se juntan amigos que no se veían desde hace milenios, se consigue novia, se es feliz, pero sobre todo se baila y brincotea a lo loco, y eso es lo que quiere nuestra gente que asiste a las clausuras, celebrar.


No tengo mucho qué decir, concierto masivo no describe nada, un montón de gente brincando al ritmo de Nortec y generando una ola de calor impresionante al mismo tiempo que hacía que temblara literalmente. Me quedaba parado enfrente de todos viéndolos brincar, sobre todo sintiéndolos en los pies, como un temblor en el sexto piso, pero bonito.


La relación que hay entre el colectivo Nortec y México es divina, con una humildad de parte del público y mucho poder y seriedad de los músicos; Bostich y Fussible, acompañados de acordeón guitarra y trompeta que a veces se convirtió en tuba para poner a todos a brincar como monos y a bailar como locos.


Increíble, mucho baile, mucha fiesta, y se clausura el festival en medio de tanta felicidad que uno quiere que ya venga el que sigue… y muchos más. 



fmx – Festival de México 2010 

¡Déjate transformar!

CINEMA GLOBAL DICE GRACIAS

Se duplica el número de asistentes a Cinema Global en este 2010

El día de ayer, con la proyección del largometraje  Perpetuum Mobile de Nicolás Pereida; se llevó a cabo la clausura del ciclo de cine Cinema Global,   que formó  parte de las actividades del Festival de México,  y se realizó del 16 al  28 de marzo.

La sección de estrenos de Iberoamérica Hoy, D´generación. Experiencias subterráneas de la no ficción española y las cinco premiers mexicanas, fueron parte de las ofertas cinematográficas  de un  programa de más de 30 títulos que Cinema Global, encabezado por Juan Pablo Bastarrachea, ofreció en este vigésimo sexto festival de la ciudad.

A lo largo de estas semanas, se contó con la presencia de invitados internacionales, como Marina Meliande de Brasil; Verónica Bollow y  los gemelos Taharga Aleems y Tunde Ra Aleem (The fantastic Aleems) de Estados Unidos;  Andrés Duque y Gonzalo De Pedro, de España; Miguel Sánchez, de Panamá y Matías Piñeiro, de Argentina.

Críticos de cine como Jorge Ayala Blanco; cineastas como Jorge Bolado o María Novaro, estuvieron presentes en algunas de las funciones de las premiers mexicanas.

El éxito de Havanyork, película de Luciano Larobina que obtuvo una mención como largometraje documental en el Festival Internacional de Cine de Guadalajara 2010, fue indudable, al tener un gran número de espectadores en las tres proyecciones otorgadas a lo largo del ciclo.

Asimismo, la respuesta del público fue muy buena, ya que se duplicó el número de asistentes con respecto a la emisión pasada,  y tanto las diversas funciones, la mesa redonda, los master class,  la  inauguración  y la clausura, fueron del agrado de la gente.

Cinema Global, acercó a toda la población del Distrito Federal, a una opción distinta  y arriesgada de hacer cine, de vivirlo a través de miradas novedosas, que van de la mano con un talento que empieza a competir con las mejores cinematografías del mundo.


fmx – Festival de México 2010 

¡Déjate transformar!